







La impunidad con la que operaban los talamontes en los bosques del Valle de Toluca recibió un fuerte golpe, ya que en un operativo coordinado entre fuerzas de distintas corporaciones, fue desmantelado un aserradero clandestino que funcionaba a plena luz del día en la comunidad de Dilatada, en Almoloya de Juárez.
Al llegar, las autoridades observaron que este sitio operaba como centro de saqueo forestal, albergaba más de 260 metros cúbicos de madera robada, además de maquinaria industrial y vehículos.
Los tres sujetos detenidos en este operativo fueron identificados como Cristian N., Gabino N. y Bernardo N., originarios de Ocampo, Michoacán, quienes se presume operaban el aserradero y hoy podrían enfrentar cargos por delitos ambientales y alcanzarían penas severas.
En el sitio se aseguraron:
91 piezas de pino (48.6 m³)
162 piezas de oyamel (65.3 m³)
230 piezas de pino en almacenamiento (108.7 m³)
393 polines, 152 barrotes y 48 tablas de madera.
Una camioneta Ford Super Duty sin placas, cargada con madera.
Además se encontraron sierras de alta capacidad, motores industriales y evidencia del saqueo de las zonas forestales, que se realizaba con total desprecio por el medio ambiente.
En el operativo participaron efectivos de la Guardia Nacional, el Ejército, la Secretaría de Seguridad del Edoméx y la PROFEPA, como parte de una estrategia conjunta de combate a las redes criminales que depredan los bosques mexiquenses.
Las autoridades advirtieron que seguirán en pie de lucha contra los talamontes y que vienen más operativos en puntos estratégicos de esta región del Estado de México.