La próxima renovación de la dirigencia sindical en la Sección 36 del SNTE ha sido comparada por el maestro Sotero Vergara Benítez con la historia de David contra Goliat. Los maestros de base se enfrentan a una contienda desigual, donde la parte oficial cuenta con todo: recursos económicos, control sobre el proceso electoral y la capacidad de ser juez y parte.
“Es una lucha desproporcionada, ellos controlan el proceso, cuentan los votos y califican el resultado. Nos enfrentamos a un aparato que no garantiza la equidad en la contienda”, señaló Vergara Benítez.
A pesar de ello, los maestros de base están decididos a defender su dignidad, exigir la recuperación de prestaciones perdidas y garantizar un proceso electoral limpio y transparente.
La presión y persecución que han sufrido aquellos que piensan diferente no ha pasado desapercibida.
Por ello, Vergara Benítez hace un llamado al gobierno estatal y federal, así como a la dirigencia nacional del SNTE, para que garanticen un “piso parejo” en las próximas elecciones, asegurando un proceso democrático y equitativo que refleje la voluntad de los trabajadores de la educación.
Proceso histórico será renovación sindical de la Sección 36 del SNTE
El magisterio federalizado del Estado de México se prepara para un proceso de renovación sindical sin precedentes. La próxima elección en la Sección 36 del SNTE será histórica, ya que por primera vez se implementará el voto libre, universal, directo y secreto. Esta modalidad permitirá a todos los trabajadores de la educación elegir de manera directa a quienes los representarán en el Comité Ejecutivo Seccional.
Ante esta oportunidad, el maestro Sotero Vergara Benítez subrayó la importancia de este momento, calificándolo como un avance hacia la democratización sindical, acorde con las transformaciones que vive el país.
“Este 2024 será recordado como el año en que los maestros de la Sección 36 pudieron ejercer su derecho al voto de manera libre, algo que ya se ha implementado en otros sindicatos”, indicó.
Este nuevo escenario brinda una oportunidad única para que los trabajadores participen de manera activa y transparente en la construcción de su futuro laboral, alejándose de las prácticas del pasado.
Se espera que este proceso fortalezca la representación sindical y garantice una mayor equidad y justicia en las decisiones que impactan al magisterio.