Frente a perturbaciones emocionales como la tristeza, la desesperación y la ansiedad, así como la violencia doméstica, que de acuerdo con datos del INEGI, se intensificaron durante la contingencia sanitaria por la COVID-19, los servicios de atención psicológica cobran en la actualidad una mayor importancia para la población que los necesita, señaló el catedrático de la Universidad Autónoma del Estado de México, Manuel Gutiérrez Romero.
El investigador de la Facultad de Ciencias de la Conducta de la UAEM expresó que la atención psicológica que ofrece la institución, particularmente a través del Centro de Estudios y Servicios Psicológicos Integrales (CESPI), cuyos servicios fueron suspendidos por el paro estudiantil de este espacio universitario, afectando a la población que acude a resolver su necesidad de asesoría profesional, requiere reiniciar actividades presenciales para dar continuidad a la atención de los más vulnerables.
“Los datos que ofrece el INEGI son preocupantes, pues se espera que el próximo año se incrementen los nacimientos de madres de 13 a 16 años, cuyos embarazos y partos son consecuencia de la violencia sexual que sufren niñas y adolescentes en sus propios hogares”.
En recientes días, dijo el experto, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) alertó que la pandemia de COVID-19 causó una severa crisis de salud mental en el continente americano y produjo el alza de la violencia doméstica.
El catedrático universitario consideró que si bien, la Autónoma mexiquense ofrece servicios de atención psicológica vía remota por teléfono o internet, es necesario que las personas con alteraciones psicológicas y víctimas de violencia, que en la mayoría de los casos conviven con su agresor, acudan a un lugar seguro para recibir atención.
Manuel Gutiérrez Romero sostuvo que con estrictas medidas sanitarias como la sana distancia, el uso de gel antibacterial, cubrebocas o caretas, es posible que en un consultorio y de manera presencial, se ofrezca una sesión de atención psicológica, ya que de esta manera, el paciente tendrá la oportunidad de expresarse en un ambiente de libertad y confianza.
Cabe mencionar que desde 1991, el CESPI, con sede en la Facultad de Ciencias de la Conducta, goza de un prestigio consolidado entre la comunidad universitaria y los mexiquenses.