- La causa del Ché: la liberación de los pueblos oprimidos y sumergidos en la pobreza.
- Ernesto Guevara no daba indicaciones desde una oficina, trabajaba con la gente.
- La educación y la organización del pueblo para poder lograr su lucha exitosa.
Ciudad de México.- “No porque hayas caído. Tu luz es menos alta. Nicolás Guillén, El Ché Guevara, dijo que el grado más alto al que debe aspirar el ser humano es el de revolucionario. El Ché Guevara se graduó de revolucionario. El médico argentino conoció en México la causa revolucionaria de Fidel y se embarcó en el Granma con menos de 100 expedicionarios. No era su país Cuba, pero era su causa, es decir, la liberación de los pueblos oprimidos y sumergidos en la pobreza”, dijo el diputado de Texcoco, Brasil Acosta, durante la celebración del 56 aniversario de la muerte de Ernesto “Ché” Guevara .
El también doctor en economía comentó que la participación de Ernesto Guevara en la Revolución cubana fue fundamental y se le recuerda profundamente por el descarrilamiento del tren blindado en Santa Cruz. Su nombre no puede ser borrado de la Revolución Cubana, ni de la humanidad. El Ché un hombre comprometido con las causas revolucionarias pues siendo médico, se alzó como el ministro de Economía de Cuba. Una de sus grandes aportaciones al desarrollo del pueblo cubano, comentó, fue el trabajo voluntario que estuvo presente en la zafra de la caña de azúcar, en la construcción de estadios, de edificios, de vivienda, de carreteras y obras públicas para el bien común.
El también egresado de la Universidad Autónoma Chapingo, recordó que El Ché “no daba indicaciones desde una oficina, tomaba en sus manos la herramienta y daba la lucha junto con el pueblo. Fue además un internacionalista proletario, pues además de luchar en Cuba, lo hizo en África, y convencido de que la cadena se rompe por el eslabón más débil, hizo el esfuerzo por liberar al pueblo de Bolivia”.
Acosta Peña concluyó que la revolución en Bolivia no se logró pues, por un lado, las condiciones sociales no eran las mismas que en Cuba, además, faltó la educación y la organización del pueblo para poder lograr su lucha exitosa. Aun así, sentó las bases para iniciar un proceso en el que el pueblo llegara al poder. Y ello se logró cuando un indígena boliviano, Evo Morales, lo logró.
Para finalizar, el legislador mexiquense leyó la carta que Ernesto Guevara dejó a sus hijos: “Queridos Hildita, a Laurita, Camilo, Celia y Ernesto. Si alguna vez tienen que leer esta carta será porque yo no esté entre ustedes. Casi no se acordarán de mí y los más chiquitos no recordarán nada. Su padre ha sido un hombre que actúa como piensa y seguro ha sido leal a sus convicciones. Crezcan como buenos revolucionarios. Estudien mucho para poder dominar la técnica que permite dominar la naturaleza.
Acuérdense de la revolución, que es lo más importante y que cada uno de nosotros solos no vale nada. Sobre todo, sean siempre capaces de sentir en lo más hondo de cualquier y cualquier injusticia cometida contra cualquier hombre, en cualquier parte del mundo. Es la cualidad más linda de un revolucionario. Hasta siempre, hijitos. Espero verlos todavía. ¡Un beso grandote! ¡Hasta la victoria siempre! ¡Venceremos!”