Para muchos fue sorpresa la salida de Mercedes Colín del gabinete estatal de Alfredo del Mazo, sin embargo, para algunos fue algo muy natural luego de varios años de desgaste en la relación con el mandatario mexiquense, en las actividades impulsadas durante el presente sexenio pero sobre todo por su mención en el caso de Amanalco donde se desató la violencia contra la presidenta municipal María Elena Martínez Robles por parte de un funcionario que por varios periodos estuvo ligado a la ahora ex titular de la Secretaría del Campo.
Lo reciente apunta a los señalamientos en que la ex secretaria tenía amplio conocimiento del municipio de Amanalco, pues ya había sido alcaldesa en dos ocasiones y diputada federal y local en varias oportunidades, además, tenía el pulso del priísmo en la demarcación y sabía que una vez que el institucional perdió frente a MORENA iba a ser cuesta arriba recuperar el gobierno.
Por esto es que se implementó un plan B, donde se incluyó a Movimiento Ciudadano para postular una planilla lo suficientemente viable que capitalizara tanto el descontento hacia el PRI como hacia el gobierno saliente, con lo único que no contaba era que dicho municipio en la distribución por paridad de género tocaría mujer, desplazando al selecto operador del Programa de la Tarjeta Rosa en la región.
Se buscó una persona para encabezar la planilla pensando que sería muy fácil manipularla y moverle los hilos como marioneta, pero tarde se dieron cuenta de que no era una persona así y el denominado síndico protegido de Meche Colín no supo resolver la situación más que con violencia y machismo como se estila por esa región. Nunca esperaron el respaldo enorme que le brindo MORENA a la nueva alcaldesa desde antes de la toma de protesta cuando comenzaron los primeros roces.
La alcaldesa María Elena Martínez recibió todos los ataques del síndico quien se sentía plenamente respaldado por la ex secretaria del Campo y no en varias ocasiones lo externó así a sus seguidores naranjas para que actuaran con violencia y cobijados porque al final habría impunidad. Si hubiera sido un solo ataque, quizá no habría tanta presión contra la integrante del gabinete estatal, sin embargo, los constantes hechos llevaron al escándalo público.
Un escándalo público mal manejado del que no se deslindó nunca a Mercedes Colín, en el cual los constantes señalamientos de MORENA fueron lapidarios para su separación del cargo, sin embargo, hay personas en el Gobierno estatal que niegan el crédito a la oposición y prefieren hablar de la pérdida de confianza y el desgaste de la relación con el primer mandatario mexiquense, aunque a medias aceptan que Amanalco fue el último empujón para que se cayera.
Después de su salida del gabinete vinieron las especulaciones de su posible entrada al PRI Edomex como secretaria de Organización, cosa que no se compara con el puesto titular en la administración pública y sin embargo, a la fecha no se sabe bien a bien su destino ni en materia política ni en la parte de gobierno, pero seguramente habrá varias personas en Amanalco que la sigan viendo como tema de café o reunión.