- En la entidad, 196 mil 200 alumnos dejaron las aulas
- Grave el impacto de quienes no han concluido educación básica
- Si no se atiende, en corto plazo aumentará pobreza y desempleo
Toluca, Méx., a 08 de febrero de 2022. Ante el alto índice de deserción escolar en nivel básico en el Estado de México, con 196 mil 200 alumnos, que significan el 70 por ciento de la cifra total del país, el presidente de la Comisión Legislativa de Educación, Ciencia y Tecnología, el diputado Abraham Saroné Campos consideró que es urgente la suma de esfuerzos y que la Secretaría de Educación realice una intervención con la participación de todos los sectores para regresar y mantener a los alumnos en la educación escolarizada.
De acuerdo con las cifras informadas por la Unión de Padres de Familia, las estadísticas son en nivel básico, pero el legislador consideró que a nivel medio superior y superior es mucho más preocupante, y que obedece principalmente a temas económicos y que muchos de ellos prefieren incorporarse al ámbito laboral en lugar de continuar sus estudios.
Sin embargo, adicionalmente a la deserción educativa, también existe un grave impacto en el rezago educativo, en aquellas personas que al cumplir 15 años no han logrado culminar terminar la secundaria, que es la educación básica.
“Cuando hablamos de rezago educativo es un impacto que se genera socialmente hablando, porque serán personas que el día de mañana que quieran involucrarse en el mercado laboral tendrán menos aprendizaje, menos competencias y por ende, el impacto en la remuneración económica que deseen adquirir, no será congruente con la aspiración, tendrá un impacto económico menor y es una situación que ya empieza a permear dentro de la sociedad”.
Ante esta realidad del sistema educativo mexiquense, Abraham Saroné sostuvo que es urgente hacer un frente común con la participación de todos los sectores, con el gobierno estatal, federal, el Poder Legislativo, padres de familia e iniciativa privada, para atender el rezago .
Mediante el Observatorio Educativo Social de reciente creación buscarán poner en marcha centros de aprendizaje alternativo para aminorar el rezago, pues organismos internacionales como el Banco de México refieren que debido a la pandemia se perderán dos años de escolaridad, y ya trabajan en el programa piloto que buscan poner en marcha.
“Estos centros de aprendizaje formarían parte de una sociedad organizada, padres de familia, docentes profesionales de cualquier disciplina o especialidad, necesitamos que al interior de cada comunidad o municipio, o incluso por cada una de las instituciones se atienda el rezago educativo”.
En el proyecto pueden contribuir padres de familia con perfil profesional como ingenieros periodistas, filósofos que tengan manejo de una materia en específico y enfocarse en el tema de lectura, escritura y matemáticas para aminorar el rezago en nivel básico.
Saroné quien tiene carrera magisterial, lamentó que el programa que puso en marcha durante la pandemia la Secretaría de Educación para retornar a la escuela a los alumnos, haya quedado rebasado, pues el personal involucrado fue insuficiente, ya que 196 mil alumnos dejaron las aulas, por lo que se requieren nuevas estrategias que involucren a otros sectores.
“Existe un problema, hay muchos alumnos quedándose fuera de las instituciones, que no están teniendo acceso a una formación escolarizada, quizás optan algunos por un tema de aprendizaje autodidacta, pero siempre es importante que podamos ser conducidos dentro de esta formación al interior de una institución.
El tema de la deserción requiere de un programa y proyecto con mayor organización y tendría que ser encabezado por la Secretaría de Educación, que se involucre a padres de familia, asociaciones civiles, sindicatos, representantes populares, legisladores, regidores, tenemos que hacer un frente, e involucrarlos a todos”.
El presidente de la Comisión Legislativa de Educación, Ciencia y Tecnología, advirtió que de no atenderse la deserción y el rezago educativo en el Estado de México habrá en corto plazo graves implicaciones de incremento a la pobreza que hoy es de un 40 por ciento en pobreza moderada y del 8.2 por ciento en extrema, y cuyas cifras aumentarán de manera alarmante, así como la inseguridad y desempleo.