Dentro de las actividades del Festival Internacional de Danza “Danzatlán 2020 en un click”, la primera bailarina del Ballet Estatal de Berlín, Elisa Carrillo Cabrera, compartió parte de su vida personal y artística con niñas y niños mediante charla virtual, al tiempo que alentó sus sueños.
Bajo la convocatoria que lanzó la Secretaría de Cultura y Deporte de la entidad, “Pregúntale a Elisa”, 50 niñas y niños de los estados de Hidalgo, Sonora, Nuevo León, Estado de México, Veracruz, Querétaro, Yucatán, Oaxaca, Ciudad de México, Chiapas, Puebla, Chihuahua y Tamaulipas, fueron parte de la transmisión vía Zoom, de los cuales 20 menores realizaron su pregunta de manera directa a la bailarina mexiquense.
“Es un gusto platicar con ustedes, porque son nuestro futuro, es algo bello compartir con ustedes sus dudas, escucharlos y yo feliz de compartir mi vida y lo que hago, para representar a mi país y mi estado”, detalló Carrillo Cabrera.
Las preguntas fueron diversas por parte de sus admiradores, una de ellas, fue en torno a sentir la experiencia de pisar el escenario a lo que la también texcocana respondió.
“Es maravilloso estar en el escenario, es el momento de culminación de muchos meses de trabajo. Cuando llego al escenario saco las emociones que tengo en el corazón, sentir cómo disfrutan lo que estamos haciendo es lo más bello, es el momento más importante del proceso”, dijo.
Asimismo, agregó que se ha dado cuenta de que en el escenario, lo relacionado a expresarse y tener contacto con el público es su pasión, por lo que, si no fuera bailarina, la actuación es lo que le gustaría aprender.
En cuanto a cómo supo que si convertirse en bailarina era un hobbie o la profesión de su vida, Elisa Carrillo comentó que se dio cuenta con el paso de los años.
“El sueño se fue dando poco a poco, es importante tener una meta, han sido muchos años de esfuerzo y el reconocimiento del público, de la compañía me da fuerza y a su vez mucha responsabilidad, para nunca fallarles”, señaló.
Ante la interrogante de si algún día ha pensado en renunciar a su profesión, respondió categóricamente que esa nunca ha sido una opción.
“Nunca he querido renunciar, he tenido momentos muy difíciles, muchas lágrimas y dolor, donde a veces te sientes confundido o tuviste un mal día con miedos e inseguridades, pero ese fuego que tengo con la danza nunca se ha apagado, no todos los días son buenos, pero jamás he pensado dejar de hacer esto”, insistió.
Acerca de la importancia de los concursos, la ganadora del premio Benois de la Danse en 2019, afirmó que lo importante no es ganarlos, sino todo el proceso que conlleva participar y la experiencia que se adquiere.
“Los concursos son importantes porque son momentos en que tomas mucha experiencia, fortaleza y seguridad en el escenario, pero ganar un concurso no es todo, el proceso de un concurso es donde realmente ganas, la preparación, el esfuerzo, los ensayos, los nervios, la tensión y el cariño de la gente que te apoya es lo que vale la pena de un concurso y el no ganar no significa que no tendrás una carrera bella, con sólo estar ahí ya son ganadores”, respondió.
Cuando le cuestionaron por qué se fue al extranjero, mencionó que le impulsó el amor por la danza y que fue la obtención de una beca lo que le cambió la vida.
“Yo tenía un sueño, fui a un concurso nacional y me ofrecieron una beca, mis papás no tenía la posibilidad de enviarme al extranjero y con esa beca y el esfuerzo de mi familia logré irme a Europa, audicioné y me pude quedar en Alemania, soñaba con ser bailarina, pero nunca imaginé hasta donde podía llegar”, contestó.
Agregó que ha sido una gran experiencia representar a la compañía de un país, con bailarines de muchas nacionalidades, pero que el orgullo más grande es representar a su querido país que es México, sin embargo, admitió que el sacrificio más grande fue irse lejos de su familia y de su país.
“Siempre he sido muy unida a mi familia y dejar mis tradiciones, estilo de vida, llegar a otro país y empezar a construir mi futuro no ha sido fácil, es el mayor sacrificio personal y como bailarina más que sacrificio, es saber que tienes que enfocarte, se tiene que hacer al cien por ciento, con mucha disciplina y perseverancia”.
Su familia es un pilar fundamental en su carrera, por lo que al cuestionarle acerca de compartir profesión con su pareja y ser madre, Elisa Carrillo se dijo bendecida.
“Es una bendición poder compartir con alguien que también ama la danza, que podemos viajar juntos, compartir el estilo de vida porque siempre hay que trabajar en vacaciones o días festivos, hacer lo que amamos con nuestra hija, a quien siempre tratamos de involucrar sin forzarla.
“Mi familia influye en todo, es el pilar más fuerte que tengo, es la base para todo lo que hago, el apoyo y el amor incondicional de mis padres, hermanos y mi esposo, saber que en cualquier momento que lo necesite, ellos están ahí para levantarme, la familia es lo más importante”.
Finalmente, sugirió a niñas y niños no iniciar a temprana edad con el uso de zapatillas de punta sino a partir de los 10 años de edad y les explicó que la danza clásica tiene que ver mucho con la estética y la parte física.
“La estructura ósea es muy importante, la altura, brazos y cuello, la danza la puede practicar cualquier persona a cualquier edad, la diferencia es a qué nivel se quiere hacer, profesional o de hobbie, si es de manera profesional hay que trabajar flexibilidad y con las aptitudes naturales de cada cuerpo”, recalcó.
La charla registró 12 mil reproducciones y 53 mil 267 personas alcanzadas a través de Internet, donde la gente pudo conocer la faceta humana de Elisa, quien es fuente de inspiración para que chicos y grandes luchen por alcanzar sus sueños.