RENOVACIÓN OBLIGADA DE DIRIGENCIAS

No son pocas las voces que al interior de los partidos llaman a la renovación de los cuadros de la dirigencia dados los malos resultados o bien los enroques necesarios para el avance rumbo a otros escenarios futuros que vienen como son el 2023 y 2024, donde ya urgen a trabajar en post de mejorar los posibles aciertos o corregir lo que de plano no resultó.

En el Partido Revolucionario Institucional (PRI) la crítica nacional hacia su dirigente Alejandro Moreno “Alito” por la derrota nacional ha dado pie a que sus adversarios tanto internos como externos fomenten la idea del cambio como único camino para la generación de buenos resultados en las contiendas electorales de 2022, sin embargo, en el Estado de México, los resultados sacados en el proceso no apuntan a una derrota sino a un acierto al aliarse con Acción Nacional y el PRD para ser competitivos frente a MORENA.

Sin embargo, el relevo en el PRI mexiquense se vislumbra para ir tomando las definiciones rumbo a las futuras contiendas por la gubernatura y la de 2024. Por principio de cuentas, la actual dirigente será diputada local y con ello, la eterna discusión de no ocupar dos cargos al mismo tiempo la llevará a dejar el liderazgo priísta; también cabe aclarar que, aunque mucho pudieran desear que sea la coordinadora de los legisladores tricolores, más voces apuntan a que el coordinador será más cercano al mandatario mexiquense, Alfredo del Mazo, por lo que ven en Elías Rescala dicha posibilidad.

Y es obvio que, si el gobernador nombrará al futuro coordinador de los diputados del PRI, también necesitara una persona afín en el partido para que le garantice estabilidad tanto en la segunda parte de su sexenio como en el relevo de la gubernatura y la proyección hacia un puesto nacional posteriormente; quizá el mismo que buscó su padre en el 88, pero eso es otra historia.

Por lo que toca al PAN, la hegemonía azul se mantendrá así mientras Jorge Inzunza le sirva a los intereses de Enrique Vargas del Villar en su ruta a la postulación por la gubernatura, sin embargo, la búsqueda de una alianza con el PRI complicará la tranquilidad interna y posiblemente, el aspirante necesite un personaje más fuerte que lo respalde en el estado, por lo que hay quienes no quitan el dedo del renglón de mencionar a Anuar Azar Figueroa.

En el PRD de plano, el grito de renovación es desesperado, dado los malos resultados que se le adjudican al líder, Christian Campuzano, quien –dicen- prefirió irse hacer campaña con su mamá en el sur del estado que cuidar a los candidatos en toda la entidad; y como no hacerlo si el sur se ha vuelto muy riesgoso, total los demás pueden esperar.

En el sol azteca son muchas las voces que apuntan a la renovación estatal, pero también le tiran al cambio de la dirigencia nacional que es la que respalda y mantiene al actual dirigente, como su fuera un títere, pero con los hilos cruzados pues también lo ha agarrado de marioneta el alcalde saliente de Huixquilucan y líder moral del PAN, Enrique Vargas del Villar dentro de la coalición PRI-PAN-PRD.

Por lo que toca a MORENA también existe una corriente interna que sugiere el nombramiento de una dirigencia estatal que se coordine con la nacional y que atienda todos los temas necesarios para el desarrollo, orden y crecimiento de este instituto en suelo mexiquense también con miras a los dos futuros procesos que son el de gobernador en 2023 y local y presidencial en 2024. MORENA es el partido mayoritario en el Estado de México y se encamina a ganar la gubernatura dentro de dos años, pero debe transitar por un camino ordenado y con disciplina para concretar un sinnúmero de metas que así lo garanticen.

Volteando a otras fuerzas políticas, por ejemplo, el PVEM los resultados llaman a mantener en el liderazgo a Pepe Coutolenc, dado que desde algún punto se necesita coordinar los esfuerzos para definir si el Verde irá nuevamente solo en la contienda por la gubernatura o si ratificará las alianzas presentes con MORENA o si regresará a su alianza con el PRI.

Otras fuerzas menos importantes, ven el cambio de dirigente como intrascendente, pues con los actuales o sin ellos sus resultados fueron nulos al grado extremo y si cambian o no, seguirán sin importancia, como son el PT y Movimiento Ciudadano. Nueva Alianza merece una mención aparte por su relación con el magisterio federal, pero lo abordaremos en futuras columnas.

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