* Especialistas recomiendan estar alertas ante cambios de comportamiento y de comentarios de las y los jóvenes.
* De las personas que se suicidan, ocho de cada diez expresaron claramente sus intenciones, no sólo verbalmente, sino con su comportamiento.
Toluca, Estado de México, 14 de junio de 2021.- Ser víctima de bullying o de violencia familiar es la causa más común del suicidio en personas adolescentes, por tanto, la comunicación familiar y la escucha activa de padres, madres, hermanas o hermanos, maestros y otras personas con quienes convivan, es fundamental para prevenirlo.
Explicó lo anterior la psicóloga María Cristina Torres Rivera, instructora especializada de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de México (Codhem), al impartir una sesión de sensibilización sobre “Atención a la depresión y pensamientos suicidas en adolescentes”, dirigida al público en general.
La especialista de la Codhem dijo que es muy importante saber reconocer a tiempo las señales que avisan sobre la intención que tiene una persona de atentar contra su vida, desde las que se expresan abiertamente de forma verbal (“me quiero matar”, “me quiero morir”), hasta los actos de aislarse, escribir notas de despedida, regalar objetos favoritos o cambios repentinos del estado de ánimo.
Informó que entre las causas de suicidio sobresalen los trastornos alimenticios y los psicológicos como la depresión o la ansiedad; embarazos no deseados, adicciones, violencia familiar, abuso sexual, pérdida de una persona cercana, discriminación por orientación sexual, ruptura amorosa y el bullying en todas sus formas; de ahí la importancia de promover la salud mental, informar y hablar abiertamente del tema, así como mantener una buena comunicación familiar.
Cristina Torres expuso la recomendación de expertos acerca de aplicar una escucha activa a las y los jóvenes, cuando se han detectado señales de la intención de quitarse la vida y advirtió que ocho de cada diez personas que se suicidan, expresaron previamente de manera clara sus intenciones de hacerlo, no solo de forma verbal, sino con su comportamiento.
Dijo que se ha comprobado que cuando se sienten escuchados, la angustia, la soledad y la depresión tienden a disminuir; aclaró que el suicidio no tiene que ver con valor, valentía, fuerza de voluntad o debilidad de las personas, ya que quien decide quitarse la vida padece un trastorno que para ellas es inmanejable pero que puede ser tratado.
La especialista señaló que, cuando se detecten señales del problema, la o el adolescente debe ser atendido de inmediato por especialistas en salud mental; ante episodios de depresión deben recibir apoyo, ser escuchados y comprendidos por familiares y amigos, quienes han de acompañarlos en todo sentido. La empatía con la persona ayudará a entender sus motivos y ofrecerle otras alternativas para terminar con sus problemas, aseguró.