Agencia Xponencial – opinión
El camino hacia los Juegos Olímpicos de París 2024 está pavimentado con grandes esperanzas y expectativas para los deportistas mexicanos.
El anuncio de incentivos económicos para quienes logren subirse al podio refleja un esfuerzo significativo por parte del gobierno para fomentar el éxito deportivo y recompensar la excelencia. Sin embargo, al analizar este apoyo, es fundamental evaluar su impacto y cuestionar su alcance más allá de los premios monetarios.
Los incentivos anunciados – 3 millones de pesos para medallistas de oro, 2 millones para plata y 1 millón para bronce – son, sin duda, atractivos. Comparados con los estímulos de ediciones anteriores, como Río 2016 y Tokio 2020, estos premios resaltan una tendencia creciente en la valorización del esfuerzo deportivo. Este aumento es un reconocimiento necesario para aquellos que dedican años de entrenamiento, sacrificios personales y esfuerzo constante para representar al país en la arena internacional.
Además, es importante desmentir la noción de que los deportistas mexicanos no reciben apoyo. Desde la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador, se ha implementado un sistema de estímulos que asegura una retribución justa solo por competir en los Juegos Olímpicos. En Tokio 2020, cada atleta recibió 240 mil pesos simplemente por participar, independientemente de que ganaran o no una medalla. Este apoyo directo es una señal clara del compromiso del gobierno con los deportistas, asegurando que su esfuerzo y dedicación sean valorados y recompensados, aunque no logren subir al podio.
El presidente López Obrador ha continuado la tradición de recompensar a los atletas, establecida por administraciones anteriores, y ha mantenido un nivel de apoyo que supera incluso las contribuciones de Londres 2012 y Beijing 2008. Esta consistencia es crucial para motivar a los deportistas y asegurar que el esfuerzo invertido en alcanzar el podio sea reconocido de manera tangible.
Sin embargo, el sistema de apoyo presenta una falla significativa: durante su preparación, los recursos económicos no llegan directamente a los atletas, sino a través de las Federaciones Deportivas. Este modelo puede generar ineficiencias y desvíos de fondos, afectando negativamente el rendimiento y la preparación de los deportistas. Es fundamental que los recursos destinados al desarrollo y entrenamiento de los atletas sean administrados de manera transparente y efectiva, asegurando que cada peso invertido realmente beneficie a quienes lo necesitan.
El desarrollo deportivo de un país no puede medirse únicamente en términos de recompensas monetarias. Es esencial contar con una infraestructura deportiva adecuada, entrenadores calificados, programas de desarrollo a largo plazo y apoyo psicológico y nutricional. Estos elementos son indispensables para formar atletas de alto rendimiento capaces de competir al máximo nivel.
Además, es necesario considerar el apoyo que se brinda durante el ciclo olímpico, no solo en los meses previos a la competencia. La preparación de un atleta olímpico es un proceso continuo que requiere inversión constante en recursos y atención. Si bien los premios económicos son un excelente incentivo, un apoyo integral y sostenido es la verdadera clave para el éxito a largo plazo.
En resumen, el anuncio de premios económicos para los deportistas mexicanos en París 2024 es una medida positiva que resalta el compromiso del gobierno con el deporte. Sin embargo, para que México pueda realmente destacar en el ámbito olímpico, es crucial que este apoyo sea parte de una estrategia más amplia y sostenida que incluya el desarrollo integral de los atletas y una administración eficiente de los recursos. Solo así se podrá asegurar que estos incentivos no sean simplemente un reconocimiento al final del camino, sino un componente de un sistema que fomente el crecimiento y la excelencia deportiva en todas sus etapas.