José Moisés de la Luz.
Fotos plaza México
Encierro bien presentado de Villar del Águila, con algunas complicaciones, pero dejó estar a los novilleros.
Esta tarde la asistencia fue nutrida, en su mayoría público feriante y de los que chanelan muy pocos.
Juez complaciente.
Eduardo Neyra, con deseos pero sin terminar de conectar con el público y sin redondear las faenas, acusando aún falencias importantes como la distancia y colocación.
En su primero escuchó palmas y en el segundo se arrancó alegremente a dar la vuelta al ruedo con más entusiasmo que merecimiento.
Será importante que en breve el novillero pula muchos detalles, pronto viene un importante compromiso en las ventas y hoy mostró aún carencias importantes.
Emiliano Osornio, ha salido feliz, en volandas, dos orejas, no obstante, su administración, tendrá que plantearse la interrogante de si estas dos orejas, sobre todo la segunda, han sido con todo merecimiento o fue un exceso del juez al complacer a los ciudadanos aculquenses que, hoy hicieron acto de presencia en los tendidos.
Osornio es un torero interesante, con cualidades suficientes para caminar en la difícil profesión de lidiar reses bravas, no precisa de porra que presione al juez al límite.
Es torero, parece torero, posee valor sereno y piensa en la cara del toro, técnicamente es muy competente, hoy los novillos que le tocaron en suerte no le permitieron el lucimiento y el estuvo a la altura, lo de las orejas, bueno pues…
Luis Ángel Garza, conectó de inmediato con el público y puso sabor a la tarde con variedad en el primer tercio, con la muleta estuvo con voluntad y por momentos hizo pensar en mejores resultados, al tercio y silencio en el que cerró plaza.
Vendrán tardes de mayor exigencia para los tres alternantes, será entonces que, no valdrán las simpatías por el paisano, ni las presiones al juez, el toro pone a cada quien en su realidad.