- Continúa curso de salud mental y adicciones, que organiza la senadora Lilia Margarita Valdez Martínez.
En la quinta sesión del “Segundo curso de salud mental y adicciones”, que se llevó a cabo en el Senado, especialistas analizaron la autopercepción en la adolescencia, la relación de las juventudes con las redes sociales, las nuevas masculinidades, la experiencia en reducción de riesgos y daños, así como la atención de urgencias en salud mental.
El taller fue organizado por la presidenta de la Comisión de Salud, Lilia Margarita Valdez Martínez. Tiene como propósito brindar las herramientas para prevenir las adicciones y atender la salud mental de los menores, y está dirigido a médicos, especialistas y al público en general.
En esta sesión, Armida Granados Rojas, del “Hospital Juan N. Navarro”, destacó que la adolescencia es la etapa de desarrollo en la que se pueden gestar muchos de los trastornos mentales, que tendrán mayor presencia en la vida adulta.
Además, la directora del Bienestar y Estímulos a la Juventud, Karen Hurtado Arana, advirtió de los riesgos que corren niños y adolescentes en redes sociales, como el ciberacoso, contacto con extraños, discriminación y exclusión, chantajes, extorsión o el acceso a contenidos inadecuados para su edad.
Recordó que los menores utilizan las tecnologías de la comunicación e información para jugar, socializar, buscar información, navegar en las redes sociales o usar un dominio para conectarse, entrar y salir de diferentes sitios.
Pero no se puede perder de vista que los dispositivos electrónicos se han convertido en el medio más elegido por estos grupos etarios para socializar y vincularse.
Hurtado Arana refirió que en México hay más de 31 millones de adolescentes y jóvenes, que nueve de cada 10 de ellos tienen acceso a un teléfono celular y se estima que 35.5 millones de personas de entre 12 a 29 años utilizan Internet.
En este contexto, explicó que las relaciones son una parte esencial de nuestro desarrollo y la adolescencia se presenta en un momento clave del desarrollo emocional y social, que incluye el miedo, la angustia y la preocupación.
Por lo que la experiencia en las redes sociales puede tener un impacto negativo y diferentes alteraciones en los menores que se enfrentan a riesgos como el ciberacoso, el contacto con extraño, la discriminación, la exclusión, el chantaje, la extorsión o el acceso a contenidos que no son adecuados para su edad.
Por ello, propuso promover el desarrollo de un entorno protector en el ámbito digital; sensibilizar y educar a familias, centros educativos, instituciones, empresas, niñas, niños y adolescentes, sobre el uso seguro y responsables de las tecnologías para las relaciones, la información y la comunicación.
Además, consideró indispensable mejorar las competencias digitales y el acceso equitativo a los recursos tecnológicos.