Nicolás Romero, México.- La burguesía en nuestro país ha desarrollado una superestructura que mediante la ideología, la cultura, las normas, las formas jurídicas, políticas, artísticas, filosóficas y religiosas mantiene un control e influencia sobre la vida social de la población, al grado de que los pobres no están conscientes de su pobreza, por lo que no exigen, hasta el momento, la implementación de políticas redistributivas que mejoren su calidad de vida, señaló el dirigente del Movimiento Antorchista en el noroeste mexiquense, Héctor Javier Álvarez Ortiz.
En la actualidad los mexicanos en pobreza y pobreza extrema -dijo- superan los 66.5 millones de personas, de acuerdo al Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) 2022, hecho que el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNDU) calificó a México como uno de los países de América Latina con mayor desigualdad, en donde los pobres no son conscientes de la realidad de los pobres que son, factor que frena la demanda de políticas más redistributivas.
En este contexto, el líder social recordó que la Secretaría de Sedesol hoy del Bienestar, en el 2018 realizó una encuesta para conocer las características generales de los pobres, en la que destacó que “la mayoría de los pobres relaciona a la pobreza con satisfactores inmediatos como la comida, la falta de dinero, o la salud, porque el 35 por ciento de ellos piensa que ser pobre es no tener que comer, 34 por ciento dice que la pobreza es la falta de recursos para salir adelante y un 12 por ciento piensa que es no tener casa.
De igual modo, al preguntar a los pobres su idea sobre el bienestar, el 23 por ciento lo relaciona con tener comida suficiente; 16 por ciento con salud, 13 por ciento con la satisfacción de las necesidades básicas y otro 13 por ciento con tener asegurados los servicios mínimos. Por lo tanto, casi dos terceras partes piensan que el bienestar consiste en contar con un mínimo de satisfactores que son indispensables para la sobrevivencia”. Razón por la cual los pobres no son conscientes de su pobreza real, indicó.
Pero las condiciones -apuntó- que surgen del actual sistema económico, que es el capitalismo, como la pobreza, la corrupción, la inseguridad y el desempleo que se agravan constantemente, más la falta de servicios, la falta de una educación, salud y bienestar en general contribuirán para que los mexicanos se quiten la venda de los ojos y en primer término se concienticen de su realidad, su pobreza y de su falta de unión como clase para exigir un cambio estructural en la economía que impulse la equitativa distribución de la riqueza social.