- Cuatro orejas y rabo para Fonseca; una para El Galo y Gutiérrez, en Texcoco, respectivamente
Plaza de toros Silverio Pérez. Segunda corrida del serial “¡Sí a los Toros!”. Tres cuartos de entrada, en tarde soleada pero fría. Seis toros de Vistahermosa y dos de Marrón (primero y segundo), de poco juego, salvo el octavo, que tuvo calidad y fue premiado con arrastre lento. Pesos: 475, 478, 480, 475, 515, 490, 520 y 540 kilos.
Juan Pablo Llaguno: Silencio tras aviso y pitos tras aviso.
André Lagravere “El Galo”: Oreja y silencio tras aviso.
Héctor Gutiérrez: Oreja con protestas y pitos tras dos avisos.
Isaac Fonseca: Dos orejas y dos orejas y rabo.
Saludó en el tercio el banderillero Gerardo Uribe, en la lidia del primero de la tarde.
El cierre de la primera campaña de Isaac Fonseca como matador de toros en tierras mexicanas que se llevó a cabo durante la segunda corrida de la Feria “¡Sí a los Toros!”, en la plaza Silverio Pérez de Texcoco, Estado de México. se saldó con un triunfo clamoroso toda vez que el michoacano cortó cuatro orejas y un rabo; palmarés con el que partirá a torear a Venezuela y de ahí a España.
Además, tocaron pelo André Lagravere “El Galo” y Héctor Gutiérrez, quienes cuajaron faenas de valía, mientras que Juan Pablo Llaguno estuvo solvente y por encima de lote de menos cualidades, ya que en general el encierro integrado por toros de Vistahermosa y Marrón dio poco juego, salvo el último que fue premiado con arrastre lento.
“Tequilero”, de 475 kilos, fue el abre plaza, de la dehesa Marrón, para Juan Pablo Llaguno que dibujó lances a la verónica y chicuelinas, ante un ejemplar que embistió con ritmo. Se adornó con un quite por gaoneras y en su faena de muleta dejó momentos de firmeza ante un toro de cortas embestidas, deslucido, que iba a media altura y pronto se rajó. Llaguno se entregó para sacar los muletazos con poderío. Destacaron sus tandas por el izquierdo, con mando. Falló con la espada y fue aplaudido tras recibir un aviso.
“Chacho”, de 478 kilos, también de Marrón, el segundo del festejo tocó en suerte a André Lagravere “El Galo”, quien lució con chicuelinas. Apostó por agradar al público y cubrió el segundo tercio. Inició su faena con un muletazo cambiado por la espalda, ligó las primeras series por el pitón derecho. Dejó a su paso el temple y hondura y le llegó con fuerza al tendido. Al final, en las cercanías, por ambos pitones, con mando, y siempre con mucho lucimiento, se mostró certero espada y cortó una oreja.
“Encapotado”, de 480 kilos, del hierro de Vista Hermosa, fue para Héctor Gutiérrez, que toreó con cadencia por verónicas, soltando con la punta del capote para rematar. Lució cuando tomó el capote para realizar un quite por saltilleras. Ante un toro deslucido, agarrado al piso, que regateaba las embestidas, Gutiérrez acortó distancia para robarle los muletazos. Se arrimó pero faltó la transmisión del toro no permitió el lucimiento. Mató al primer viaje para cortar una oreja.
A por todas, salió Isaac Fonseca para recibir a “Espanta Lobos”, de Vistahermosa, al que recibió de rodillas, decidido y con entrega. Emocionó en el inicio de faena al torear de rodillas, a un toro con transmisión y con mucha suavidad toreó largo, con reposo, por ambos pitones. Alargó el trazo para sentirse torero, y torear con parsimonia y naturalidad, para firmar muletazos profundos, y los de pecho, que fueron interminables. Luego de un pinchazo y estocada, obtuvo dos apéndices.
“Escribano”, de 515 kilos, de Vistahermosa, correspondió a Juan Pablo Llaguno que rivalizó en quites con André Lagravere. En su faena logró momentos aislados ante un toro que fue a menos muy pronto, pero Llaguno se mantuvo en el ánimo siempre de agradar, de firmar buenos muletazos. Escuchó dos avisos por las fallas con la espada.
“Pariente”, el sexto de la tarde, tocó a André Lagravere. Dejó pasajes de mucha calidad con el toro de Vistahermosa, pero falló con la espada. Salió al tercio y escuchó un aviso.
“Encino”, de Vista Hermosa, séptimo de la noche, fue lidiado por Héctor Gutiérrez, que destacó con el quite por chicuelinas. Ejecutó una faena de buena nota, con la entrega y verdad que caracteriza al hidrocálido. Por el izquierdo, con muletazos con mucha clase, el toro exigía el tiempo y la distancia, y así, colocándose en el sitio idóneo consiguió dejar huella en su buen trasteo. Falló con la espada y escuchó dos avisos.
“Enamorado”, de Vistahermosa, el último de la corrida fue para Isaac Fonseca, quien salió de nueva cuenta con determinación de cerrar con broche de oro su participación en esta feria. Toreó con entrega e inspiración. Logró muletazos llenos de poder y verdad. Cuajó series templadas en una faena que construyó con mando, gracias a la nobleza y calidad también del toro. La rúbrica fue una gran estocada para cortar dos orejas y rabo, mientras que el toro recibió arrastre lento.