Con los sapientes comentarios del doctor René García, así como del maestro Enrique Mendoza,fue presentado en Temoaya el libro Haciendas y ranchos, testimonios históricos del valle de Toluca.
Desmitificar las leyendas negras que se han construido a lo largo del tiempo a cerca de hacendados y peones, así como presentar a la hacienda como un entidad productiva que contribuyó enormemente a la edificación de una economía sólida en el país, es parte de los planteamientos hechos por los autores Octavio Chávez Gómez y Jesús Arzate Becerril.
Previo a la reseña hecha por los coautores, el doctor en historia René García, hizo mención de las actividades que se desarrollaron en haciendas y ranchos en los y se dijo, si bien es cierto que hubo otros estados en los que privó la tiranía por parte del hacendado, en el valle de Toluca, mayoritariamente se procuró un trato más humano hacia los trabajadores de las haciendas.
René García, durante su alocución mencionó haciendas, en las que la actividad principal fue la agricultura, también hubo pulqueras y ganaderas, sobresaliendo en este valle las que se dedicaron a la crianza de toros bravos, entre ellas, Atenco, San Diego de los padres, Santín, San Nicolás Peralta.
Fue la tauromaquia una actividad que pronto encontró arraigo entre los indios, a grado tal que hubo un momento en el que se sugirió prohibirla, bajo el argumento de que muchos indios eran heridos y muertos por participar corriendo toros bravos y de ello hay constancia en documentos.
Por su parte los autores refieren que al ser el territorio que se conoció como la sabana grande es decir las márgenes del río Lerma, dónde primeramente se desarrolla la ganadería y por ello se tuvo que dar un manejo mediante el uso de caballos, es muy probable que la charrería tenga su génesis en este valle de Toluca.
Es necesario que la historia sea una fuerte de estudio y que se haga con la mayor objetividad posible, más en esta época en la que se ha polarizado todo y la confrontación de posturas es una constante, aseguraron los autores.