En Ecatepec donde por segunda ocasión se consigue un gobierno de la Cuarta Transformación que debe promover justo eso, un cambio positivo que beneficie a la gente, el alcalde morenista Fernando Vilchis busca remover a los integrantes del Consejo de Participación Ciudadana (COPACI) del pueblo de Guadalupe Victoria, quienes se han caracterizado por su actitud crítica al gobierno.
El edil citó a sesión de Cabildo para la remoción de los integrantes del Consejo de Participación Ciudadana (COPACI), pero al final se pospuso por falta de quorum lo que demuestra que ni siquiera es capaz de lograr el consenso con sus propios síndicos y regidores.
Y es que la intención de remover a los de COPACI, contraviene la Ley Orgánica Municipal que establece que las autoridades auxiliares solo podrán ser removidas por causa grave que califique el Ayuntamiento por el voto aprobatorio de las dos terceras partes de sus integrantes, previa garantía de audiencia.
Pero en este caso, el gobierno de Fernando Vilchis nunca comunicó un procedimiento a los representantes de Guadalupe Victoria y mucho menos otorgó garantía de audiencia, adicionalmente a que ellos se rigen por usos y costumbres, al ser pueblos originarios.
Y es que los del COPACI desconocieron a la delegada, por no reportar ingresos por el manejo de los panteones de la comunidad, durante tres años, lo que significaría un fraude de casi tres millones de pesos, pero la representante Irma Rivero ha sido respaldada por el primer regidor Eduardo Santillán quien es compadre de su hijo, y la policía municipal.
Además Vilchis ahora prepara para el viernes 7 de octubre una movilización a Toluca para “defender” su territorio y evitar que lo dividan por el diferendo limitrofe con Acolman.
Cuando la Laguna Chiconautla, es una zona en abandono desde hace 30 años, no cuentan con servicios, agua potable, drenaje, pavimentación, y según el edil va a en defensa de esto, sólo usa la pobreza y reclamo popular como bandera mediática para fines político electorales y personales, aunque sólo ha mostrado indiferencia y desinterés por la gente que habita en ese sitio.
El problema es que recurre a diversos engaños para obtener el respaldo de la gente como en anteriores ocasiones van a clamar por un poco de agua potable a sus domicilios.
En esta ocasión está optando por el pago en efectivo de hasta mil pesos a quienes acudan. Habrá que ver cuántos vecinos logra juntar o “comprar”, y cuántos de ellos serán empleados del Ayuntamiento obligados a acudir, para no dejar solo al alcalde morenista en la Casa del Pueblo.