Este 27 de septiembre el municipio de Jiquipilco cumple 200 años de existencia, sin embargo, lejos de festejar su Bicentenario con orgullo, el presente ayuntamiento ha incurrido en actos graves de nepotismo al tener incluidos en la nómina a muchos familiares de los servidores públicos que lo conforman, desde el presidente municipal Felipe de Jesús Sánchez Dávila, algunos de sus regidores e incluso varios ex presidentes quienes no han dejado desprotegidos a sus parientes quienes siguen recibiendo un ingreso quincenal.
De acuerdo a los datos de la nómina los familiares del alcalde que aparecen son: Abel Aguilar Dávila, Miguel Ángeles Dávila, Gerardo Blancas Medina, esposo de su prima Gabriela Chávez Sánchez; María Escobar Sánchez, Benito Dávila Ángeles, Horacio Jacinto Dávila, Rosario Dávila Vieyra y Víctor Manuel Sánchez González, estos últimos dos ganando casi 20 mil pesos mensuales. En total ocho familiares del edil en funciones.
Mientras que la presidenta del sistema DIF municipal, Susana Ávila suma otros siete familiares en la nómina de Jiquipilco que serían: Jazmín Arana Ávila, Ismael Ávila Alba, Adriana Sánchez Ávila, Alejandro Venegas Ávila, quien es el Contralor Interno; Mitzi Ávila Gaytan, Omar Esquivel Ávila y Adriana Arana Ávila.
Esta situación ha sido observada por los regidores del Ayuntamiento de Jiquipilco, al grado de que algunos han criticado dichas faltas administrativas y legales, mientras que otros al ver que no hay castigo ni sanción a las mismas les ha dado por imitarlas como es el caso de la regidora panista, Angélica Máximo Ordoñez, quien tiene en nómina a su hermano Sixto Máximo Ordoñez, a su hijo Víctor Enríquez Máximo y su sobrina, Martha Melchor Máximo.
Y ya entrados en el nepotismo, también el regidor Rogelio Gómez Alonso tiene en nómina a su esposa Leovigilda García Hernández en la categoría de asesor.
Ciudadanos de este municipio han tenido a bien denunciar dichas anomalías para ver si alguna autoridad toma cartas en el asunto para frenar el fenómeno de nepotismo y pueden meter en orden a las autoridades de Jiquipilco quienes parecen olvidar que la ley es clara en este renglón y que podrían hacerse acreedores a sanciones ejemplares en caso de reincidir.
Finalmente, cabe mencionar que la ciudadanía apunta a que es lamentable que con este grado de nepotismo el municipio no tenga nada que celebrar, pues sus autoridades no son dignas del encargo que el pueblo les confirió en las urnas a no ser que vayan echar cohetes por los 200 años de saqueo.
Con objetivo de corregir todas las anormalidades existentes en los diversos municipios, se sugiere que se publiquen todas las denuncias, así como la atención a las solicitudes, a través de los órganos de contraloría de los 3 niveles de gobierno, y realizar publicaciónes de los resultados de la contralorías,para que el pueblo tenga conocimiento y posible participación sobre la transparencia y rectitud de acciones en sus municipios correspondiente