- México es el primer consumidor de agua embotellada en el mundo
- En el Estado de México se enfrentan rezagos en el suministro de la calidad del recurso hídrico
Texcoco, Méx, 29 de agosto de 2022.- La incertidumbre sobre la calidad del agua potable que suministran los organismos públicos y su posible contaminación, obliga a los mexicanos a consumir agua embotellada lo que representa un desembolso promedio para las familias de más de dos mil 600 pesos anuales adicional al pago de derechos por el suministro del elemento, que en algunas zonas residenciales y donde se carece del servicio en el Estado de México, el desembolso es mayor, declaró el senador Higinio Martínez Miranda.
Ejemplificó que tan sólo en 2017, en promedio cada hogar adquirió 1 mil 385 litros, destinando 224 pesos al mes en la compra de agua embotellada, mientras el gasto en agua de la red pública fue de 163 pesos en promedio, de acuerdo a datos del Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI).
Manifestó que si se suman todos los desembolsos que realizamos para solventar el mal servicio, gastamos más de lo que pagamos en tarifas justas. En algunos municipios, aunque se aumenta cada año, los organismos no mejoran la calidad, lo que podría eliminar la compra de agua embotellada, o al menos la de las pipas.
El texcocano precisó que la desconfianza o la mala percepción que los habitantes tienen sobre la calidad del agua de la red pública, es un problema que se ve agravado por el aumento de los residuos que provocan los contenedores de plástico, es decir, cisternas o tinacos que no son lavados periódicamente. Además de la generación de millones de envases que son arrojados a la vía pública, ríos, terrenos baldíos y hasta parques, contaminando el medio ambiente.
Además, aunque cuenten con la red de agua potable, más de la mitad de las viviendas con menores recursos económicos la reciben esporádicamente, lo que significa que más de la mitad de la población que vive en situación de pobreza tienen mal servicio, lo que los obliga a comprar agua embotellada, además de pagar el suministro de la red pública.
Subrayó que la incertidumbre sobre la calidad del agua en el suministro en el Estado de México provocó un incremento en la compra de agua embotellada, principalmente, durante la pandemia de Covid-19.
“Un dato que sorprende es que en México es el primer consumidor de agua embotellada en el mundo. Los mexicanos gastamos en agua embotellada más de 63 mil millones de pesos. Sin embargo, todos los organismos operadores del país apenas recaudan 48 mil millones”, según cálculos de la Asociación Nacional de Empresas de Agua y Saneamiento (ANEAS) del 2019, citó.
Puntualizó que “Están ahí, como elefantes blancos sin servir para mejorar el servicio, para evitar doble desembolso de las familias. Ha habido una gran falta de transparencia y una gran falta de profesionalismo en el tema y esto ha `provocado una falta de credibilidad de las instituciones, del municipio, de los operadores de agua”.
Resulta paradójico que los mexicanos consuman más refresco que leche y consecuentemente se vea disminuido el consumo de agua potable, así como otras bebidas embotelladas entre las familias, las cuales gastan el doble en estos productos, aquivamente a un poco más de un litro de leche, además que resulta más barato que el lácteo, mencionó.
El senador consideró que la “contaminación del agua y la desigualdad en la distribución del recurso son problemas apremiantes que deben ser atendidos por los gobiernos de los diferentes órdenes de gobierno y con la participación de la ciudadanía que afectan a la población, y no solo del Estado de México, también del país, como los grupos indígenas y grupos en situación de pobreza y son más evidentes las consecuencias en mujeres y niños.
Reflexionó que en el Estado de México se enfrentan rezagos en torno al uso y la conservación del agua, la mejora en los servicios de agua potable y saneamiento, pero, sobre todo, en el suministro de la calidad del recurso hídrico, la contaminación de los cuerpos de agua y la sobreexplotación de los mantos acuíferos.
Ante esta situación que se vive y el crecimiento millonario de empresas distribuidoras de agua embotellada, los diferentes órdenes de gobierno tienen la obligación de garantizar la coordinación institucional para el manejo del agua y profesionalizar las capacidades de los organismos operadores de agua, finalizó.