Por Julio Requena
El hecho de que cada día salgan nuevas mediciones de las preferencias electorales al primer círculo le permite medir dos cosas: la movilidad de los personajes en la contienda o en la búsqueda de ser candidatos, pues algunas veces y de acuerdo a varias situaciones algunos políticos se caen o se levantan, ya sea por errores propios o actividades de sus adversarios en la línea pública.
Segundo también sirven para conocer quién de los aspirantes está metiendo inversión económica en las casas encuestadoras pues en ello también se observa la intención de ganar, pues algunos personajes con tal de figurar pagan y salen, en lugares donde ni siquiera se encuentran, o bien, también colocan a sus contrincantes muy por debajo para remarcar que no tienen posibilidades.
Las casas encuestadoras para el proceso electoral mexiquense tendrán el peso que puedan cobrar ante la ciudadanía siempre y cuando cumplan con los requerimientos básicos de las mediciones: tener parámetros reales en la metodología como son la encuesta en vivienda o cara a cara, más que apostar por mediciones ridículas en redes sociales o por aplicaciones en plazas públicas; dos, ser creíbles o tener la credibilidad suficiente para no dar risa; tres, tener una viabilidad real de los resultados entregados, pero sobre todo y como cuarto punto, ser publicables en medios de comunicación serios y no solamente en portales de noticias a modo, no Facebook y no twitter.
Los todos estudios de preferencias electoral son valiosos si se sabe de dónde vienen y para quién están dedicados, algunos son de gran interés para el priísmo, otros tantos para los panistas y unos más para los de MORENA, en varios casos a parte, se puede vislumbrar el camino o planteamiento de fuerzas políticas como el Partido Verde o Movimiento Ciudadano, hay partidos más chicos cuya trascendencia en la definición de su candidato a gobernador es nula.
ENCUESTAS Y ATAQUES
En tiempos recientes se puede decir que las encuestas y sus resultados pudieran servir para hacer más profunda la herida en caso de un ataque mediático o bien, para tratar de minimizarlo poniendo a dichos personajes en un lugar privilegiado, pero todo depende de la funcionalidad de la medición y la credibilidad de la casa encuestadora.
Por ejemplo, en los recientes ataques a la titular de la SEP, Delfina Gómez por su pasado en Movimiento Ciudadano y la formación de MORENA, se esperaría que las mediciones de preferencia electoral bajaran o salieran en su contra, pero por el contrario algunas han salido favorables por ser mujer o por ser la víctima de una parte del sistema que se niega a cambiar, pero eso no están favorable al interior de su partido.
Es decir, la ciudadanía podría entender que los ataques sean producto de hechos reales y las mediciones producto de cosas superficiales dadas las acusaciones, pero al interior de su partido no están valorando ni la realidad de los ataques ni el origen de las mediciones, sino que tanto pueden afectar estas circunstancias en una contienda, donde sus adversarios usen este argumento en el momento preciso en que la elección se defina por un punto o dos; pero además, que tan abajo pudieran iniciar la campaña y qué tanto se puede crecer en un ambiente adverso donde el candidato o la candidata son cuestionados por este proceso.
Finalmente, hay que saber que si un aspirante aparece muy arriba en las encuestas lo más probable es que en la confrontación de ideas y en el avance de la contienda dicha preferencia va empezar a bajar, pues no hay forma de que permanezca tan arriba siempre, sin una estructura que lo soporte o una imagen consolidada que sea blindada. Mientras que todos los que aparecen abajo, tienen la posibilidad de crecer, ¿qué tanto? Lo que les permita su trabajo electoral y el de su partido en el esfuerzo por conectar con la ciudadanía.