TABACO Y ORO
Por José Moisés de la Luz
Muy lejos de las habituales críticas de los aficionados y los que no lo son, de los ocasionales, de los conocedores y sobre todo de los que en un necio afán de protagonismo, afirman y reprueban, por encima de todos ellos, hay algo que no se puede negar y es que es visible que la fiesta está viva.
Es fácil observar y darse cuenta de que, en el actual esfuerzo de la empresa que regentea la monumental de Insurgentes puede haber errores como consecuencia de ser arriesgados en las actividades que se montan fuera de las corridas para complementar la atracción a nuevos públicos.
Lo que no se puede soslayar es que lo que se ha visto en el ruedo, responde a la expectativa del verdadero aficionado y es qué, el principal ingrediente es sin duda la pasión, esa que se genera por lo visto en el albero, en las actuaciones, también en las actitudes de los espadas y por supuesto de su majestad el toro.
A finales del año pasado se montaron festejos de reapertura con gran éxito, el primero de ellos la corrida de las luces, una interesantísima apuesta de la empresa que programó a seis toreros mexicanos, que dejaron constancia de que la baraja taurina nacional puede ser sostén de la temporada mexicana, esa primera corrida nocturna así lo dejó ver.
La apuesta de presentar novilladas a más de un caza carteles les disgustó sin embargo, los jóvenes toreros no solo respondieron a las expectativas de la empresa, también superaron con mucho lo que el aficionado esperaba.
Julián Garibay, Alejandro Adame, José Miguel Arellano, José Alberto Ortega, dejaron muy buen sabor en sus actuaciones y que decir de los novilleros que recientemente dejaron las filas menores para convertirse en matadores de toros.
Sebastián Ibelles, Héctor Gutiérrez, Juan Pedro Llaguno y Miguel Aguilar, los dos últimos que se doctoraron en el coso máximo hace muy pocos días y que cada uno en sus oportunidad destaparon el frasco de las esencias, triunfando rotundamente, la muy digna actuación de Héctor Gutiérrez en su confirmación.
Del juego de los toros se puede decir mucho, habitualmente el grueso del público opta por la fácil, la fustigar al ganadero, que como en el caso del encierro de la familia Bailleres el sexto termina salvando el honor de la casa ganadera, en este renglón jamás se valora el esfuerzo de los ganaderos, siempre ha sido así.
La feria de aniversario de la México ha dado resultados sorprendentes, los triunfos de Arturo Gilio, Juan Pedro Llaguno y Miguel Aguilar y aún faltan otros festejos en los que seguramente veremos cómo se derrama el arte en el albero capitalino.
Líneas arriba mencionaba la importancia de que en los tendidos se respire la pasión esa que genera polémica, esta serie de festejos no ha estado exenta de ese sabroso ingrediente.
Poco se ha discutido la presencia de los astados, en general muy bien presentados, se habla de los merecimientos de tales o cuales espadas para integrar los carteles, de la inclusión de los extranjeros, de los horarios, de todo lo que encierra la más bella y culta de las fiestas, eso sin duda, lector querido, eso es parte fundamental de la esencia del espectáculo taurino.
Hay corridas y novilladas, toreros que interesan, jóvenes que se hacen matadores de toros y lo hacen de manera sobresaliente, se cuenta con una empresa que pone el parné para que el embudo de Insurgentes presente funciones taurinas.
Señoras y señores, la fiesta brava en México está viva.
Novillada 4 de febrero
Alejandro Adame, ovación y silencio.
Julián Garibay palmas y ovación al astado en el arrastre, también con el quinto escucha palmas.
Arturo Gilio, vuelta con petición de oreja que el juez no otorgó, los despojos del novillo, premiados con la vuelta al ruedo.
Con el que cerró plaza, hubo petición de indulto, que no se concede, se va tras el acero y le corta las dos orejas, el novillo es premiado con arrastre lento.
Novillos de Núñez del Olmo
5 de Febrero
“El Juli”: silencio, dos avisos y ovación con el de regalo.
“El Payo”: al tercio tras un aviso y una oreja
Miguel Aguilar, palmas y dos orejas, salida en hombros.
Toreos de Begoña y Mimiahuapan
6 de Febrero
Joselito Adame: palmas tras un aviso y una oreja.
Andrés Roca Rey: dos orejas y palmas, salida en hombros.
Héctor Gutiérrez, salida al tercio tras un aviso y palmas tras dos avisos.
Seis toros de La Estancia.
Se despidió el varilarguero Cesar Morales entre sonora ovación