Por: José Moisés de la Luz
Graficas: Julio César Zúñiga
Al medio día un festejo novilleril que puso a prueba a los jóvenes y dejo ver destellos de arte y torería en los prospectos
Enrique de Ayala el mejor librado, en una tarde con clima cambiante, se lidiaron astados de Raúl Cervantes, de buena presencia, Enrique de Ayala, oreja; Eduardo Romero, bullidor al torear, pero fatal con la espada, silencio tras dos avisos; Sebastián Soriano, palmas; Rafael Soriano, dos avisos; Emmanuel Cuenca, ovación; Luis Octavio López, silencio.
Ya por la tarde en un festejo que causó gran expectación y una muy buena entrada en los tendidos.
Tarde soleada
José Mauricio azul pavo y oro intenta lances a la Verónica, sin embargo, no se acomoda con el toro, comienza doblándose muy toreramente, con maestría llevando al burel del tercio a los medios, luego intenta por naturales, ahí el toro protesta, no obstante, logra cuando menos dos naturales de muy bella factura, insiste por la diestra y logró la faena ahí, con el toro aquerenciado en el burladero de matadores.
Mauricio consintiendo, pero manda lidiando, con muletazos de mucho valor aun con las advertencias del toro que, es todo seriedad, se va atrás el acero y señala una estocada entera, oreja que le es concedida.
Con su segundo no faltaron los buenos empeños del diestro que pechó con ese el menos potable del encierro, no ha sido nada fácil pese a ello, ha estado tesonero y porfiado, falla con la espada y así es ovacionado, con mucha fuerza.
Joselito Adame vive un romance con el público de Texcoco, él lo sabe y corresponde con arte.
con el segundo de la tarde un toro muy bien muy bien puesto encornadura, la labor de Joselito buena por todos lados, superior con el capote, y con la pañosa, derechazos y naturales con sobrado arte, de pronto se desprende de la espada simulada y con la sarga torea magistralmente con ambas manos, mata pronto y del biombo le conceden un apéndice.
De su segundo, quinto de la tarde, Adame continúa caminando por la senda del bien torear y la conexión con el respetable, infaltable su interpretación de las ZAPOPINAS, como infaltable la “Pelea de gallos”.
Octavio García “El Payo” en un torero al que hay que ver y disfrutar su torero, para gustos refinados.
El tercero de la tarde, primero de “El Payo” mereció los honores del arrastre lento y es que además de su bella e irreprochable estampa, fue un toro que permitió que el diestro queretano mostrara que es un torero diferente, con una interpretación del arte, muy pulcra.
Sin abandonar nunca su estilo, Octavio Toreo con sabor, con solera, mostrando madurez, los presentes en la plaza pudimos paladear el torero con clasicismo, lejano a las valentonadas y muy cercano al triunfo que habría conseguido de no fallar con el estoque.
El que cerró plaza también permitió ver al “Payo” desplegar su conocimiento de la lidia, un burel que no fue nada fácil, ahí, con ese toro Octavio García descifró un guarismo complicado, faena nuevamente para entendidos que ojalá le sea bien valorada para poder ser parte de más carteles como este.
Se tiró a matar y con una media despacho al astado, lastimosamente no fue bien valorada su actuación.
Es de reconocer al ganadero de Jaral de Peñas que, envió una corrida de TOROS.