Artículo de Norma Sánchez.
Desde 1997 cuando se creó SixDegrees, una plataforma, considerada como la primera red social del mundo, hasta el día de hoy, 24 años después, el mundo de las redes sociales ha ido cambiando considerablemente tanto que hoy en día se han vuelto un arma poderosa para informar o desinformar a la población, para enaltecer o destruir a cualquiera.
A través del tiempo, las redes sociales han ido evolucionando a tal grado que lo que comenzó como una red para conectar con amigos a la distancia ahora nos permite enterarnos de lo que acontece alrededor del mundo, sea cierto o falso. Una de las principales quejas de los primeros usuarios de las redes sociales era que después de unirte a una red e incorporar a un amigo a tu red no había mucho que hacer. La introducción de sitios como MiGente, AsianAvenue y Match.com permitieron a los usuarios crear lazos personales, profesionales y perfiles de citas en línea.
A 24 años de distancia de los inicios de las redes sociales hoy no solo las utilizamos para compartir momentos personales con nuestros amigos; ahora, también hacemos uso y abuso insensato de ellas porque, en muchas ocasiones, ahí perdemos el tiempo impunemente. Pero para ciertos grupo sociales, las redes sociales se han vuelto parte fundamental para atacar y calumniar a los opositores del partido político en el poder federal.
Andrés Manuel López Obrador con su expresión “benditas redes sociales” vino a darle un giro completamente al uso y abuso de estas, pues, a partir de esa declaración los morenistas más absurdos y testarudos las utilizan para calumniar, difamar y fabricar chismes para así seguir manteniendo a la “alza” la supuesta buena calificación de su presidente AMLO y su partido Morena.
A nivel nacional, los “chairos” son conocidos por ser defensores de AMLO y Morena; pero en Ixtapaluca y Chimalhuacán, además de eso, son fervientes lacayos del reaccionario morenismo al crear noticias falsas con el objetivo de desprestigiar a los antorchistas y a su dirigencia.
Han recurrido a estrategias que llegan incluso a lo grotesco, con lo que demuestran su poca educación y tolerancia ante aquello que es opuesto a ellos, que es diferente o simplemente no tiene comunión con sus ideas.
En su guerra contra el antorchismo, muestran su homofobia al calificar despectivamente de “tortillas” a mujeres que -sin tener preferencias sexuales de ese tipo, y que si las tuvieran no tendría nada de malo- han destacado en la lucha social, pero que por ser antorchistas no les merecen el menor respeto. Igual sucede con otros denigrantes adjetivos como el de “rateras”, “invasoras”, etc., y hasta se atreven a clonar la cuenta de la presidenta municipal, Maricela Serrano Hernández, para desde ahí difundir noticias falsas como si ella misma las escribiera, lo cual es absolutamente falso en tanto ella no es dueña de gaseras ni de nada.
Lo que persiguen los adversarios de los antorchistas es mal informar a la población y crear un ambiente de linchamiento en contra del antorchismo mexiquense. La herramienta tecnológica que hace años se proyectó para informar y acercar a la gente a sus seres queridos lejanos, hoy es utilizado como arma para aniquilar a quien no piense como ellos.
Es necesario que la gente inteligente, la gente que razone y que por sus propios ojos vea la realidad tal cual es, comprenda que aquello que los detractores de Antorcha solo quieren desprestigiar a una organización social trabajadora y a sus líderes, que llevan 47 años dando la vida y la lucha por el pueblo pobre de México. La calumnia y las mentiras contra Antorchason las únicas armas que les quedan para defenderse ante los nulos resultados del partido Morena y el presidente López Obrador.