Por Julio Requena.
En todos los ámbitos del Estado de México ya se van tomando definiciones importantes y aunque públicamente no se pueden conocer todavía, las listas, ya están definidas pues no hay quien se pueda oponer a lo que ya está descrito por el trabajo previo o por la circunstancia de haber tejido fino en las redes del poder, con tres factores importantes: el crecimiento social, el desarrollo político y el apoyo financiero.
Todos aspirantes que ya está en las listas debió haber primero pasado por el tema de construir un escenario social favorable, es decir, trabajar de lado de la gente, edificando un movimiento o simplemente sumándose a un grupo de la población preponderante. En algunos caso son los comerciantes, en otros los ejidatarios, en un tema más amplio los jóvenes, las mujeres, los empresarios, las organizaciones sociales, las asociaciones civiles, las fundaciones o en su más pertinente participación, los partidos políticos.
El desarrollo político sin duda habla de ser tomado en cuenta por la clase política mexiquense de diversos partidos como una persona o personaje serio, posible, con presencia real y no simulada, pero además debe haber una relación estrecha de convivencia constante y no simplemente, apostar por ser la sorpresa o la carta desconocida del momento.
Y finalmente, la viabilidad de una campaña política centrada en la capacidad económica de financiar el proyecto propio, de partido o social que tendrá en frente. Decía un conocido, hasta para ayudar a las personas se necesita con qué. No se puede simplemente aspirar al cargo para poder resolver, pues quien depende de llegar para beneficiar a los demás no cuenta con capital propio para estar y mucho menos para ganar.
De estas tres cosas dependen las listas elaboradas en el partido que me digan, en la expresión que me mencionen o en el proyecto que se quiera materializar. Muchos se dirán sorprendidos de las listas y sus integrantes, pero lo cierto es que tienen un por qué estar ahí y los que no aparezcan seguramente será que algo les faltó para poder cuajar sus intenciones personales, que se quedarán en eso, en aspiraciones personales.
PARA EL CUARDENO DE CIVISMO… Se recomienda empezar la valoración de la contienda que cada aspirante tendrá en frente dado que muchos quieren ganar con ‘golpes’ mediáticos lo que no pueden generar en la sociedad, lo cual sin duda tendrá ese mismo efecto. Se engañan quienes consideran que las declinaciones o robo de militantes tendrá en el resultado final, pues esto solo sirve cuando tienen un efecto real en el electorado.
Las elecciones, aunque suene obvio, se ganan con votos, si los golpes mediáticos dan votos, hay que recurrir a ellos, si no van a generar votos, lo mejor es mantenerse centrado y seguir con la estrategia de trabajo que si dará los sufragios necesarios.
Si las visitas casa por casa van a dar votos, hay que recurrir a ellas, si no, solo será un desgaste innecesario para el candidato, la planilla y los partidos. Si las redes son la solución para generar los votos, recurramos a las benditas redes sociales. Si la publicación de encuestas va a dar los votos indispensables publiquemos las encuestas, si no, mejor guardémoslas para otro momento en donde el ánimo del aspirante necesite reforzar su ego.
Si un candidato no sabe lo que le va traer votos en su municipio o distrito, que busque un profesional para que se lo explique, se lo investigue y le genere una estrategia electoral exitosa, esa que los familiares no pueden diseñar, esa que los amigos no saben cómo construir, esa que todo candidato requiere para ganar.
No dudo que haya candidatos o políticos que tengan ya la experiencia de saber de dónde sacar los votos o como construir una estrategia electoral exitosa, pero los más todavía están lejos de conocer el terreno real de la contienda.
PARA LA LIBRETA DE TAREAS… No voy a mencionar un municipio en específico, pero diré que hay un candidato con mucho dinero que no sabe traducir su lana en votos, resultado: va a gastar mucho antes de perder; hay una presidenta municipal que está incrementando el reparto de programas sociales, pero no sabe traducir estos programas sociales en votos, resultado: posiblemente va hacia la derrota; en otro municipio, hay un aspirante que ha repartido mucha ayuda social, pero no sabe traducir eso en votos, el pronóstico también es poco alentador para él.
En resumen, todo estriba en saber traducir lo que se tiene en votos; si se tiene popularidad, dinero, experiencia, gobierno, programas o estructura, el meollo es saber traducir todo en votos o saber aceptar la derrota, pese a tenerlo todo.