Por Julio Requena.
Los mexicanos hemos transitado durante más de 100 años con la idea errónea de que la reelección es mala y un síntoma inequívoco de la dictadura en el poder, porque así se nos ha dicho generación tras generación sin reflexionar los detalles, simplemente repitiendo como pericos, el slogan de campaña de Francisco I. Madero “Sufragio efectivo no reelección” que después de 31 años de gobierno de Porfirio Díaz era la consigna más lógica del momento.
Francisco I. Madero reflejó en este slogan de campaña todo el sentir de la clase política y popular de la época pre-revolucionaria, pues cada sexenio los mexicanos acudían a las urnas a votar, pero sus sufragios no eran tomados en cuenta, sino que nuevamente volvía a ganar Porfirio Díaz, por lo que el fraude elección tras elección no daba pauta a otra idea que no fuera acabar con la dictadura, pese a los avances tecnológicos y desarrollo económico del país que muchos autores refieren de ese tiempo.
Cabe mencionar que la ley, en ese entonces no prohibía la reelección consecutiva, al grado de Santana, Juárez, y varios personajes intentaron perpetuarse en el cargo de una u otra forma, tratando de darle continuidad a sus ideales o proyectos de reforma, de gobierno o simplemente de poder, sin embargo, el único que lo logra por tres décadas es Porfirio Díaz.
El agravio al pueblo no es su mandato en sí, sino el engaño de elecciones donde el resultado es simulado, por eso el hartazgo de los ciudadanos. Pero eso no acabo en la revolución, sino que el sistema y en particular el PRI, encontraron la forma de realizar esa dictadura por más de 80 años, simplemente cambiando al ocupante de la silla presidencial.
Darle un rostro nuevo cada seis años a la dictadura, volvió a engañar al pueblo, primero haciéndole creer que él elegía al presidente y luego, haciéndole creer que era inevitable que siempre ganara el PRI. La reelección era mala, pero que un mismo partido se reeligiera en el puesto no lo era. Ese era el engaño.
Luego, en el 2014 en tiempo todavía del ex presidente de la República, Enrique Peña Nieto, se realizó la reforma que acabó con ese esquema, se volvía a permitir la reelección legal y legítima de presidentes municipales, diputados locales y federales, como una forma de no dejar el poder en manos de otras fuerzas que ya estaban surgiendo en todo el país. Incluso en el Estado de México, en el 2018, antes de que ganara MORENA la presidencia de la República, el PRI mando a 25 alcaldes a buscar la reelección.
Cuál es la diferencia de hace 100 años a este día, muy sencillo, antes no se contaban los votos, simplemente se simulaba y se perpetuaba un político en el cargo mayor, hoy muchos cobijados por la ley aspiran a la reelección, pero al contar los votos unos ganan una segunda oportunidad y otros no, porque los sufragios hoy son efectivos.
La frase cambio: Hoy existe sufragio efectivo, pero segunda oportunidad, solo si el pueblo quiere y apoya.
PARA EL LIBRO DE CIVISMO… En el PRI está faltando todo tipo de tacto político, como si se les hubiera ido el acelerador al fondo para perder o echar por la borda varias regiones del Estado de México, donde se pensaba habría un breve respiro de tranquilidad, pero no es así, en el norte mexiquense, el tricolor bajó de la diputación local a la alcaldesa de Jiquipilco, Marisol González, para subir a la titular del CEDIPIEM, Leticia Mejía, mientras que en Ixtlahuaca, ha trascendido la postulación de Abuzaid Lozano, ex representante de SEDATU.
Abuzaid Lozano ya había sido presidente suplente o sustituto en Ixtlahuaca, en el periodo de Elda Gómez Lugo, cuando pidió licencia para ser candidata a diputada, mientras que Leticia Mejía fue suplente de José Manzur Quiroga, por lo que la lucha de grupos al interior del PRI también refiere a Gustavo Cárdenas Monroy, quien empujo al primero.
De igual forma en el municipio de San Felipe del Progreso, el nombramiento o candidatura de Javier Jerónimo Apolonio se vio empañada por una denuncia de que “cobraba” como asesor en el municipio de Jiquipilco, la cantidad de 40 mil pesos mensuales. Pero no le importa al PRI su mala imagen, sino que para muchos, el comentario claro es que el ex alcalde mazahua utilizó su relación de compadrazgo con la dirigente del tricolor, para asegurar la postulación.
Y así veremos varios casos en el norte del Estado de México donde las cosas se están calentando demasiado.