• De enero a agosto de este año el Estado de México se ubicó en el primer lugar nacional en feminicidios.
• La diputada María de Jesús Galicia llevó a la tribuna el caso de Diana Esmeralda Molina, estudiante asesinada en Ixtlahuaca el 17 de octubre.
• Solicitó informes a los titulares de Seguridad Pública, FGJEM y al alcalde de Ixtlahuaca por las medidas tomadas en este municipio.
La LX Legislatura del Estado de México solicitó al secretario de Seguridad Pública, Rodrigo Martínez-Celis Wogau; al fiscal general de Justicia del Estado de México, Alejandro Gómez Sánchez, y al alcalde de Ixtlahuaca, Juan Luis Solalinde Trejo, a que informen sobre las acciones que están llevando a cabo para erradicar la violencia contra las mujeres en ese municipio.
El punto de acuerdo fue presentado por la diputada María de Jesús Galicia Ramos, en nombre del grupo parlamentario de Morena, quien recriminó al titular de la Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) que la realidad de la entidad ha sobrepasado cualquier estadística o argumento, ya que, aseveró, se necesitan resultados y no discursos.
La legisladora recordó que de enero a agosto de este año, el Estado de México se ubicó en el primer lugar nacional en feminicidios, al registrar 97, según datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, y que de los 100 municipios del país que concentran el mayor número de estos delitos, 21 son mexiquenses y no hay otra entidad que tenga más localidades en esa lista.
Señaló que con mayor frecuencia se conocen crímenes atroces contra niñas y mujeres de todas las edades y, a pesar de ello, el gobierno no ha diseñado una política integral eficiente para enfrentarlos y abatir la impunidad que los caracteriza, y señaló que no se reconoce la responsabilidad de los distintos ámbitos de gobierno en los sucesos y que su erradicación no es un eje prioritario de la política de desarrollo social y de la gobernabilidad.
Ejemplo de lo anterior, explicó, es el caso de Diana Esmeralda Molina, una joven de 21 años que radicaba en el municipio de Ixtlahuaca y cuyo cuerpo fue hallado sin vida el 17 de octubre, con heridas de arma blanca y signos de violencia sexual.
Abundó que el 22 de octubre se realizó una marcha en esa localidad para exigir justicia y que solo recibieron el silencio del alcalde, por lo que la legisladora levantó la voz en representación de muchas mujeres —en especial de Diana, a quien conoció en vida—, para decir ya basta de la inseguridad y violencia que vive en todo el Estado de México.